viernes, 25 de noviembre de 2011

Condenan a muerte de un pastor cristiano en Irán

Nadarkhani, pastor de una iglesia en la ciudad de Rasht, al norte de Irán, está encarcelado desde el 12 de octubre de 2009. Su detención se produjo en reacción a sus protestas contra la decisión oficial de imponer una educación islámica a los niños cristianos. En septiembre de 2010 un tribunal revolucionario lo acusó de apostasía (por renegar del Islam) y lo condenó a muerte. Youcef y su esposa, Fatemeh, tienen dos hijos. Ella también pasó unos meses en prisión.
La ejecución de su sentencia, por negarse a renegar de la fe cristiana, sería inminente. Desde Washington y desde varias capitales europeas se alzaron voces de condena a esta sentencia digna de la Edad Media.
“Estados Unidos condena, junto a la comunidad internacional y todos los iraníes, las declaraciones y los actos hipócritas del gobierno iraní”, dijo la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton.
“Pese a las declaraciones del Guía Supremo (el ayatolá Ali Khamenei) y del presidente (Mahmud Ahmadineyad), que afirman apoyar los derechos y las libertades de los ciudadanos iraníes y de los pueblos de la región, el gobierno continúa con su represión contra toda forma de disidencia”, señaló la funcionaria en un comunicado.
Clinton también recordó que el gobierno iraní sigue “deteniendo periodistas y directores de cine” y que, además, “restringe el acceso a la información”.
En Berlín, el gobierno convocó al encargado de negocios de la embajada iraní a la cancillería para exigirle explicaciones y pedirle que se anule una condena que viola los compromisos internacionales contraídos por Teherán a favor de la libertad religiosa.
Al igual que Alemania, París y Londres criticaron públicamente este juicio. Polonia, que preside la Unión Europea, ha hecho lo mismo, al igual que Catherine Ashton, la jefa de la diplomacia europea.
Los abogados de Youcef esperan recibir de un momento a otro la confirmación escrita de la sentencia por parte de la Corte Suprema, pero la ejecución puede tener lugar de un momento a otro.
El pastor Nadarkhani, de 30 años, es el jefe de uno de los principales movimientos protestantes de Irán. Las autoridades lo acusan de “abandono del Islam”. Youcef se convirtió al cristianismo cuando tenía 19. A pesar de la presión del régimen, el religioso escribió desde la cárcel a sus correligionarios asegurando que no teme la persecución y recordándoles uan cita bíblica: “Bienaventurados los que son perseguidos por la Justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos”.
La última ejecución de un cristiano en Irán por apostasía tuvo lugar en diciembre de 1990 cuando el pastor Hossein Soodmand fue ahorcado.

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